La Casa del Tejado hasta el Suelo
La Casa con el Tejado hasta el suelo no te mira, se deja mirar.
Orienta su cubierta principal a la calle y al este. Baja su tejado hacia el suelo, hacia la calle, en señal de respeto, en reverencia, como inclinándose para saludar y en reconocimiento de que quien está allí delante es más importante que ella misma. Da la venia y abriéndose da la bienvenida.
No tiene ventanas en la planta alta, en la cubierta que da a la calle.
Prescinde de una mirada desde lo alto, orgullosa sobre quien la puede estar mirando. Seria un mirar por encima del hombro. No brilla. No mira. Se deja mirar.
Tiene la intención de mostrar que es ciega, como son las cosas de la fe y también de la justicia, ajenas a las engañosas apariencias.
Su planta baja está a ras del suelo. Queda por debajo del nivel de entrada de la calle*, remarcando la idea de que es menos importante que quien está ante ella.
No es distante ni altiva, dócilmente baja hasta la altura de un niño y se dejar tocar. Huye de una inaccesibilidad que nos seduce pero nos deja solos. Da pie para que nos acerquemos. Se hace familiar. La casa baja hasta nosotros, se agacha, se pone a nuestros pies, se abre, y acogiéndonos, amparándonos, bajo su porche, entre sus brazos, nos deja estar.
Pretende recomponer la relación con la persona. En muchas ocasiones las construcciones llegan a intimidar y amedrentar con su presencia y volumen. No tienen en cuenta a quien está ante ellas. Se tienen en cuenta a si mismas. La casa huye de avasallar con su tamaño, de apabullar con su escala, de encumbrarse con su nivel, de remarcar su poder.
Renuncia a la usual verticalidad, y mas que un peñasco a plomo que se eleva si acaso insolente desde el suelo ante nosotros, se muestra como la ladera de una montaña que baja mansamente hasta nuestros pies ó abre sus brazos y nos invita a entrar.
La cubierta se realiza con pares de madera aserrada. Se trata con un fondo de protección y dos manos de color.
Un recelo que surge en ocasiones es el uso de la madera en exteriores. La elección adecuada de los barnices de protección y el diseño constructivo orientado a su protección permiten su uso sin problemas mayores de
mantenimiento. En esta casa se ha usado barniz de protección a poro abierto. El empleo de aleros generosos, la protección con chapa de acero corten ó chapa de cobre de los elementos mas expuestos al agua, el sol y la nieve facilitan la utilización de la madera en exteriores. La parte mas castigada por el sol y la lluvia suele ser los bordes de aleros orientados al sur como es el que se muestra en la foto.
Una pértiga ligera con una brocha en su extremo facilita el repaso cada 2 ó tres años de este borde en apenas un par de horas. El resto de la madera conserva su color durante muchos años mas.
Frente acristalado sur (a la izquierda) , bajo un porche amplio de unos tres metros y medio. En la esquina, el estudio. Tras este, el estar con chimenea junto a la cocina formando una unidad espacial con el bajo cubierta diáfano.
La amplia cristalera al sur que da a dos niveles permite la captación solar directa en invierno contribuyendo positivamente a la calefacción solar pasiva y gracias al voladizo de 3.60 m. queda protegida en verano de la radiación
directa. El acristalamiento mejorado consiste en dos capas separadas por marcos térmicos formando cámara y rellena por gas argón. La capa exterior es de seguridad y la interior con tratamiento de baja emisividad permite reducir el coeficiente de transmisión térmica a U=1,0 W/m2K.
Este tratamiento se utiliza en ventanas de hoja doble para mantener el calor afuera durante el verano y adentro en invierno. Sirve para absorber y reflejar el calor radiante y los rayos ultravioleta. El cristal de baja emisividad refleja entre el 70% y 75% del calor que normalmente escaparía al exterior y lo regresa al interior.
Durante la temporada de calor, el cristal de baja emisividad refleja cerca del 25% más de calor al exterior que una ventana de una sola hoja y el 10% más que una ventana estándar de hoja doble.
Ahora descubrimos los interiores:
Porche Este donde dan los dormitorios. La casa se sitúa a ras de suelo. Todas las habitaciones tienen salida al porche a través de puertas-ventanas (oscilobatientes) sin peldaños que incomoden el transito. En invierno posiblemente estén cerradas, pero en primavera y en verano queden entreabiertas, permitiendo entrar y salir de la casa al porche y al exterior y gozar de alguno de esos momentos donde hace tan buen tiempo que interior y exterior se funden y la casa nos permite deambular plácidamente de un lado a otro, tal vez en una calida noche de verano.
Se hicieron unas carcasas para las balizas exteriores se realizaron con chapa de acero corten de 2 mm. cortándola a mano con radial y soldando todo ello en obra. Estuvimos dos días haciendo dibujos y prototipos buscando como resolverlo. En realidad llevábamos meses pensando en ello pero sin avances, buscando algo que fuera coherente con todo lo hecho. Para solucionar el aspecto práctico e inmediato de su necesidad, habíamos encontrado un modelo en el mercado que no desencajaba mucho. Finalmente, utilizando su anclaje al suelo, y sus mecanismos internos, conexionado, casquillo, estanqueidad al agua…antideslumbramiento, lo cubrimos con esta carcasa.
Estuvimos haciendo pruebas para decidir que altura se le daba a la caja de protección del punto de luz.
Si la bajábamos por debajo de la visual desde fuera del porche, contribuía a crear confusión. En la foto inferior se puede ver como asoman las luces esféricas con un aspecto desordenado. Decidimos que estos puntos de luz colgados estuvieran mas altos y fueran percibidos cuando se estuviera dentro del porche.
Las piezas de corten se hacen manualmente. Se realiza el desarrollo, se dan unos puntos a los angulares
que sirven de guía para que luego el corte superficial con radial sea recto. Ese pequeño rebaje marca y facilita el posterior pliegue manual también. Unos puntos de soldadura finalmente afianzan la pieza.
Finalmente se escogió esta forma. Una simple apertura cuadrada. La de 3 bandas horizontales, fotografiada mas arriba se decidió no ponerla para evitar un cierto cansancio al repetir excesivamente un motivo de diseño en demasiados sitios.
Cristalera sur. Los espacios principales se unen visualmente a través de la cristalera al porche desde el que está tomada la fotografía.
Tras esta primera zona en doble altura, los usos privados de la casa. La escalera semicircular arranca desde el vestíbulo, separa el estar del estudio y aloja en una de sus mitades un aseo. El peto exterior circular de la escalera es de altura variable, (medido desde cada peldaño) de mas a menos según se sube, haciendo el ascenso cada vez menos masivo.
Una barandilla en tubo de acero formará una doble hélice junto a la dibujada por el peto encalado.
Con este tipo de cristales (U=1,0 W/m2K.) se logra reducir casi tres veces la pérdida de energía a través del acristalamiento en comparación con el doble acristalamiento habitual sin tratamiento de baja emisividad y rellenos de aire. En consecuencia, se logra un ahorro significante en las facturas de calefacción.
Los dos niveles se comunican en el frente sur lo que permite una distribución adecuada del aire caliente en invierno por convención natural.La distribución de ventanas en planta baja y bajo cubierta y la diafanidad de la planta superior permite la ventilación cruzada en verano.
El aislamiento térmico de los muros se realiza a base de poliuretano proyectado de 3 a 4 cm. aplicado en la cara exterior del muro de 1 pie de fábrica de ladrillo. Sobre el, se recibe el chapado de piedra (chapón de unos 7 a 10 cm.) de piedra en color arenoso. En la zona en que todavía se puede observar el aislamiento (arriba, izq.), irá recubierto con un friso de madera en lugar de piedra.
Al situar el aislamiento por fuera, el muro es de mayor inercia térmica. Esto es mas apropiado para viviendas de uso permanente como es el caso, pues proporciona mayor confort y menor gasto de combustible. Por otra parte el espesor total del muro es menor y se obtiene mayor superficie útil a igual
superficie construida.
El coeficiente de transmisión térmica de la cubierta compuesta por sándwich con 8 cm. de poliestireno extruido (0,028 kcal/hmºC ó 0,033 W/mºC). está en torno a 0.32 kcal /m2hºC ó 0.38 w/m2C.
El coeficiente de transmisión térmica de las paredes con 3.5 cm. de poliuretano proyectado (0,020 kcal/hmºC ó 0,023 W/mºC). está en torno a 0.42 kcal /m2hºC ó 0.48 w/m2C.
KG calculado de acuerdo a NBE-CT-79=0.36 kcal /m2hºC.
Mediciones de temperatura con la vivienda habitada
Te | Ti | Tsi | U | |
Ventana U=1,0 W/m2K (Medición en el centro) | 4 | 20 | 18.3 | 0.97 |
Ventana U=1,0 W/m2K (Medición en el centro) | 3.9 | 20 | 17.1 | 164 |
Ventana rota (una de las hojas se rompió) | 5 | 16 | 11.60 | 3.64 |
Hoja de madera de la ventana | 3.8 | 20 | 19.7 | 0.17 |
Medición 1. Entablado+ 4 cm. poliuretano+ 1 pie fábrica+1.5 cm. guarnecido de cal | 3.9 | 20 | 19.2 | 0.45 |
Medición 2. Entablado+ 4 cm. poliuretano+ 1 pie fábrica+1.5 cm. guarnecido de cal | 3.9 | 20 | 18.8 | 0.68 |
Medición 3. Entablado+ 4 cm. poliuretano+ 1 pie fábrica+1.5 cm. guarnecido de cal | 3.9 | 20 | 18.2 | 1.02 |
Chapón de piedra de 12 cm.+ 3 cm. mortero+ 4 cm. poliuretano+ 1 pie fábrica+1.5 cm. guarnecido de cal | 3.9 | 20 | 18.6 | 0.79 |
El U del acristalamiento ó los muros se han obtenido mediante la formula U (W/m2ºK)=(Ti-Tsi)*hi/(Ti-Te)
a partir de Ti, Te, yTsi, siendo Ti: temperatura interior, Te: temperatura interior, hi: coeficiente superficial
de transmisión de calor del ambiente interior (9 w/m2ºC) para un cerramiento vertical según NBE-CT-79
Las mediciones obtenidas de las temperaturas superficiales interiores de los muros perimetrales
han sido muy dispares con lo que los valores del U difieren a veces hasta el doble del valor teórico.
Carta Solar estereográfica. Latitud 40º N. (Madrid) Fuente: Guillermo Yáñez. MOPU 1988.
Muy útil para ver lo soleada que es la casa.
El soleamiento puede que sea el principal recurso del diseño bioclimático por la importancia de su influencia.
Esta Carta Solar facilita el estudio de los recorridos solares en latitud de Madrid, permitiendo el cálculo gráfico de la posición del sol (altura y azimut) en fecha y hora determinada. Ayuda a hacernos una idea visual del recorrido del sol y de lo que queda en sombra o no en la hora, día ó época que queramos saber.
Interpretación: en el perímetro del círculo aparece el azimut, ú orientación del soleamiento a lo largo del año.
La numeración de los círculos concéntricos indican el ángulo ó altura solar..La numeración de 6 a 18 indica la hora.
Las coordenadas geográficas de Becerril de la Sierra, donde se situa esta casa son 40º 43′ de latitud y 3º 59′ de longitud.
Porche sur con el acristalamiento puesto.
El acristalamiento al sur y el aislamiento térmico por la cara exterior del muro de 1 pie de fábrica de ladrillo contribuyen a la fácil captación de la energía solar en invierno y a la acumulación de esta en el interior de la construcción. Sin embargo la efectiva entrada de la radiación se queda en apenas un calentón durante las horas de insolación invernal si el calor «atrapado» se le permite un fácil retorno al exterior tras ponerse el sol. Por tanto para evitar la perdida rápida del calor acumulado y para reducir las perdidas que se producen en los días sin sol, se han barajado varias opciones.
Una económica e interesante podría ser realizar unas cortinas térmicas formadas por muletón de algodón de unos 3 mm. de espesor, [ ~4 €/m2. 2009] franela [ ~5 €/m2. 2009] con tela gruesa [ ~4 €/m2. 2009] a ambas caras del mismo y dispuestos en las franja de cristales accesibles, procurando el mejor ajuste posible al entramado de madera para evitar los perjudiciales movimientos de aire entre la cortina y el acristalamiento.
Estas cortinas podrían cerrase a partir de media tarde hasta el día siguiente ó para evitar el deslumbramiento que también se producen en estos espacios acristalamientos al sur.
Una cita de interés en relación a esto:
«No obstante, el mejor procedimiento es no permitir que el aire del invernadero se caliente excesivamente, lo que llevaría a grandes perdidas por transmisión. El procedimiento para evitarlo es evacuar el aire caliente rápidamente hacia la habitación contigua sustituyéndolo con aire frío de esa misma habitación. Otro procedimiento complementario ó alternativo es su acumulación rápida en algún sólido, paredes, suelos ó techos del invernadero, para evitar que sea el aire el que se caliente excesivamente.»
F. Javier Neila González. Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Ed. Munilla-Leira
Dado que un acabado muy claro tiene una capacidad de absorción de la radiación solar muy bajo, (de ahí los pueblos encalados de Andalucía) puede resultar interesante que el color del acabado general de los muros interiores tras el acristalamiento al sur para facilitar que sean el destino de la acumulación en invierno tenga al menos un ligero tono cálido.
Podría ser ventajoso -al compás de las cuestiones estéticas- incluso intercalar elementos de tonos cargados, por ejemplo algún murete de ladrillo visto de tejar en esa zona. Esta decisiones de color tendría pienso un efecto positivo en verano puesto que si estos muros interiores fueran blancos en vez de reflejar casi el 90% del calor y calentar el ya calido aire interior, lo absorberían en mayor parte, mitigando la sensación de calor en esas horas para luego irlo soltando a medida que las temperaturas del día fueran reduciéndose.
Se puede ver la importancia de los colores y tonos en la tabla siguiente:
Color de acabado | Reflectancia |
Blanco mate | 0.75 |
Muy claro, crema ó hueso | 0.70 -0.50 |
Claro, pasteles | 0.50-0.30 |
Vivos claros | 0.30-0.10 |
Ladrillo amarillo | 0.33 |
Ladrillo rojo | 0.23 |
Granito | 0.13 |
Vivos oscuros | 0.10 |
Ladrillo marrón | 0.03 |
Resulta interesante este diálogo entre los colores interiores y exteriores según sea el clima. Según se deduce de lo anterior en el caluroso verano del sur de España convendría los blancos exteriores y mas cálidos interiores para rechazar en verano con la fachada blanqueada toda la radiación que se pueda y la que impepinablemente entra, tender a absorberla en las paredes interiores para que se vaya expulsando en horas mas avanzadas del día y se pueda asimilar mejor, y al norte, en el país Vasco por ejemplo, colores exteriores mas cálidos incluso oscuros y los interiores muy claros, ya que por esa zona no están sobrados de calor y el que da fuera conviene acumularlo ó dejarlo pasar mas rápido vía acristalamiento, y el que entra se usa para caldear de inmediato el ambiente, cuestión que si mis recuerdos no fallan, es precisamente lo que se tiende a dar, incluso en los materiales de cubrición, teja clara en Andalucía y tejas mas oscuras ó pizarras ó al norte.
Según este razonamiento, el grueso de los muros exteriores en Andalucía convendría de menor grosor que los interiores y en contra, los del país vasco, los exteriores de mucho grosor (mucha inercia térmica) y los interiores de menos (menos inercia). Es algo que dejo aquí para desarrollar ó rebatir en otra ocasión.
De la combinación acertada de estos elementos entre otros (orientaciones, forma y tamaño de acristalamientos, vuelos,…), color exteriores e interiores y grueso de muro perimetrales e internos, con absortancias e inercias térmicas, tal vez se haya compuesto en el pasado una experimental y sabia arquitectura bioclimática anónima de la que desconozco hasta que punto de excelencia ha llegado.
Una variante de interés, consiste en manteniendo el aspecto exterior, reducir el ancho, quitándole un «franja» de 6.50 m.
De esta forma la planta baja pasa de tener unos 200 m2. a 126. y el bajo cubierta de 60 m2. pasa a unos 30.
Como se puede ver los 126 m2. dan para 3 dormitorios, el principal de 14 m2. y los otros 2 en torno a los 9.50, con margen para darles algo mas, la cocina integrada con el estar-comedor con 45 m2. e incluso una zona separada de despensa-fresquera y zona de lavandería-tendedero. Una baño amplio de casi 6 m2., un aseo bajo la escalera y una zona de vestíbulo y distribución muy anchos, completan esta planta.
En bajo cubierta los 30 m2. se podrían quedar diáfanos para distintos usos como gimnasio, zona de juegos, estar familiar, etc. ó añadir un dormitorio mas y un baño.
El porche tendría unos 70 m2. que computables se quedan en 35 m2. Bajo la parte baja de este podría
ir el cuarto de caldera en un lado y en el otro, una zona de barbacoa y pequeña dependencia de trastos y útiles de jardín. En total 156 m2. construidos mas porches. Suponiendo una estimación de 1200 €/m2 para la construcción principal y de 300 €/m2 para los porches se obtiene un presupuesto de construcción de unos 210.000 euros. (Mas impuestos, licencia, proyecto, etc.) Ver enlace para ver un posible desglose de gastos.
Una pequeña reforma sin variar los metros cuadrados construidos es suprimir el vestíbulo de entrada (haciendo mas una entrada tipo americano por el estar-comedor) y dedicar ese espacio a vestidor y baño independiente para el dormitorio principal.superficie construida.
En estos estudios previos, otras distribuciones, en las que se mantiene el aspecto principal, se han reducido 22 m2. la construcción en planta baja con una superficie construida de 104 m2. El porche tiene 64 m2. (32 computables) La distribución de la izquierda tiene 3 dormitorios y la de la derecha 2. A cambio, la cocina resulta mas amplia. El bajo cubierta tiene unos 35 m2. (Es mas superficie que la de arriba porque en esta, el techo de la cocina no llega hasta arriba y se aprovecha algo su espacio superior en la cubierta. Esos 35 m2. podrían dar para un tercer dormitorio, un baño y un espacio común de unos 20 m2. Suponiendo una estimación de 1200 €/m2 para la construcción principal y de 300 €/m2 para los porches se obtiene un presupuesto de construcción de unos 186.000 euros. (Mas impuestos, licencia, proyecto, etc.)
Si los costos de construcción se redujeran (por reducción de precios, calidades, y/o por el beneficio de construcción) a 1000 €/m2 y 250 €/m2. el costo de la construcción (171 m2.) podría estar en torno a 155.000 € (Mas impuestos, licencia, proyecto, direcciones de obra, etc.) Ver enlace para ver un posible desglose de gastos.
Nota: La superficie del suelo pisable del bajo cubierta es mayor en realidad pero se consideran 35 m2. que son los que tienen una altura que permite el movimiento libre de cabezadas. El espacio residual, en las partes mas bajas del bajo cubierta quedarían en torno a 20 m2. para trastero y almacenaje.
Por último, estudio previo de otra alternativa dentro de los 104 m2. con dos dormitorios en la planta baja, esta vez, el dormitorio principal cuenta con baño independiente. El 2º dormitorio tiene algo mas de 10 m2., el aseo bajo escalera se suprime y se sustituye por un armario mas para el dormitorio principal y se hace un baño completo. La cocina se ha redistribuido en parte.
El uso de la cal, aglomerante hidráulico de larga tradición obtenido por cocción de calcáreos, se ha utilizado por sus propiedades fungicidas, bactericidas, hidrófugas, y su capacidad de transpirar, lo que permite la evaporación de las humedades provenientes de los soportes. Su fraguado es de dentro a fuera, al contrario que el yeso ó los morteros de cemento.
La pintura que se planea poner es en base vegetal, aceite de girasol, haciendo muestras combinando el blanco base con un tinte PNZ color ocre. Esta pintura es válida para exterior e interior, es lavable y es mas ecológica que otros tipos de pinturas a la vez que es mejor desde el punto de vista alérgico.
Estado muro después de rejuntado. Adquiere mas luz y es menos triste. Chapón de piedra granítica rubia.
El rejuntado se hace con mortero preparado beige. Le da un carácter a la casa mas relajada y solariega, y menos «encogida».
Las reglas de colocación de la piedra que se trataron de seguir son:
La piedra se coloca en general en horizontal, con su lado mas largo abajo si es trapezoidal ó triangular.
Se procura contrapear, aparejar, evitando la continuidad de los tendeles (juntas verticales) en dos hiladas. No es necesario mantener la llaga a lo largo de todo el tramo, pero si en la base de 2 ó 3 piedras seguidas. La junta, ni demasiado clara ni ancha que la haga destacar, ni tan tostada como la piedra que la haga confundir con ella.
La casa se muestra por su frente mas bajo, e intenta evitar que su presencia, -mayor por lógica que a quien pretende alojar salvo que fuera enterrada-, no sea muy masiva ni apabullante y que haga olvidar el volumen muchas veces impositivo y abrumante de las masivas construcciones de las ciudades, de lo encajonado y encarcelado que en ocasiones pueden resultar de sus espacios.
El dinero, la ilusión, la posibilidad de construir en un momento dado, el poder, a veces pueden engañarnos. Lo que ahora podemos, mas tarde se vuelve difícil. Lo que en un momento parece natural, mas adelante nos parece una osadía insensata. Por eso cada vez pienso que el acto de construir debe ser ser tamizada por una actitud reflexiva y humilde. Por eso, la casa fmmp, la del tejado hasta el suelo, me parece en esencia un acierto. Y esa actitud humilde debe expresarse en muchos aspectos, entre ellos el tamaño y en la forma. En la forma exterior y en la interior. En el aspecto y en la distribución. La vida nos hace pasar por muchas situaciones. Las cosas las vemos como hijos, mas adelante como padres y después como abuelos. Y una casa si quiere sobrevivir, acomodarse a esas tres etapas, y no recordarnos nuestra insensatez, debe estar pensada para todas. Ni la exultancia de decisiones primaverales, ni los recelos a veces injustificados de decisiones sombrías e invernales. Decisiones maduras y maduradas.
Espero haberme explicado. Pero aún así y todo..
«Regresé para ver, bajo el sol, que los veloces no tienen la carrera, ni los poderosos la batalla, ni tienen los sabios tampoco el alimento, ni tienen los entendidos tampoco las riquezas, ni aun los que tienen conocimiento tienen el favor; porque el tiempo y el suceso imprevisto les acaecen a todos. 12 Porque tampoco conoce el hombre su tiempo. Justamente como peces que se cogen en una red dañina, y como pájaros que se cogen en una trampa, así son cogidos en lazo los hijos de los hombres en un tiempo calamitoso, cuando este cae sobre ellos de repente». Eclesiastés 9.11
La chimenea de entrada se sitúa en el exterior, al norte, tras la fachada que genera sombra, donde el aire esta mas fresco, y con vegetación interpuesta entre la chimenea y el viento predominante (Evapotranspiración).
Puede contar con un punto de agua con boquilla microdifusora (Saturación adiabática) y un tamiz de piedras de yeso ( para secado del aire). Se conduce por un tubo enterrado a mas de 2 m. de diámetro 30 ó 40 cm. con un recorrido de unos 15 m. hasta la parte baja del sótano, con un ventanuco de cierre para invierno. Lo atraviesa de lado a lado, sigue rebajando su temperatura y busca 2 rejillas regulables en su techo para finalmente salir por una chimenea situada en el lado contrario y aireando a su paso toda la zona de estar y cocina (que no están separadas) . El costo es el proveniente de la chimenea de entrada, salida, tubo de cemento centrifugado, ventana de cierre y rejillas de regulación.
La excavación se aprovecha la realizada para el sótano. A cambio se obtiene un sistema pasivo de refrigeración natural en verano de nulo consumo energético y al estilo de los usados en Egipto antiguamente.
A continuación un conjunto de dibujos y detalles constructivos en función de si el uso de la vivienda es permanente (aislamiento por fuera) ó alternante ( aislamiento por dentro), de si el aislamiento es rígido y se puede chapar con piedra sobre el, ó es blando y se necesita trasdosar, de si la carpintería va enrasada al interior ó centrada…y también algunos detalles de arranque de edificación con forjado sanitario con cimentación encofrada (se supone que se ha encontrado un firme duro y muy costoso de excavar) y porche ó terraza con nivel parecido al del interior. (Carpinterías sin persiana)
El cerramiento de esta sección está compuesto de un pie, cargadero de madera de 25×30 ( aislamiento de 5 cm., cámara de aire de 1.5 cm. ladrillo hueco sencillo de 4 cm. precercos de 7 x 3.5 y 13 x 3.5 cm. guarnecido y enlucido de 1.5 cm., carpintería de ventana de 7 cm. de ancho, tapajuntas exterior de 20×3 cm. y tapajuntas interior de 9×1.
Se ha tratado de evitar el puente térmico a través de los huecos de ventanas. Para reducir el puente térmico en el frente del forjado se podría usar las 2 primeras bovedillas de poliestireno expandido ó si se proyectan falsos techos, aislar horizontalmente la primera zona junto al cerramiento. En la solución de aislamiento por fuera el frente del forjado también se aísla.
(El cerramiento realizado en esta obra varió de este en que el aislamiento térmico se situó en la cara exterior del muro de 1 pie y no hubo necesidad de realizar el trasdosado de hueco sencillo).
Para incrementar la distancia entre el exterior y la hoja de trasdosado interior, se podrían utilizar tiras cortadas de 7 a 13 cm. (según detalle) de paneles sándwich como el de la foto superior (Osb+corcho+Osb) fijadas con clavos que evitan la formación de puentes térmicos y condensaciones y ofrecen una superficie resistente sobre la que recibir precercos, cercos, tapajuntas, tablas de acabado…
Para realizar este tipo de detalle habría que usar aislamientos térmicos a los que se pueda adherir el chapón de piedra, tipo poliuretano. Cuanto mas ancho sea el precerco, menos se tapa la carpintería de ventanas.
Esto hace entender la necesidad de introducir una pieza que permita chapados mayores sin necesidad de tapar mucho el cerco.
Una posibilidad seria utilizar en la conformación del marco del hueco paneles sandwich formados por dos estratos de 5 mm. espesor cada uno, de viruta gruesa de madera (abeto), aglomerados con cemento Portland gris, firmemente adheridos a un estrato interno de lana de roca de alta densidad, orientada e incombustible. Otra material, Viroterm.
Proceso constructivo para la formación del hueco con precerco de medida no comercial. Sección vertical. Aislamiento interior.
Distintas secciones horizontales por hueco de ventana. Reducción de puentes térmicos. Muro de carga exterior
Esta primera sección a la izquierda de práctica corriente donde se dobla el hueco sencillo contiene cierto puente térmico con riesgo de condensaciones interiores. Se puede anclar bien el nudillo ó precerco al hueco sencillo ó hueco doble.
En la segunda, el aislante y el nudillo se solapa muy poco y revela el problema de este encuentro. Hay que procurar usar chapado en las jambas de poco grueso ( ~5 cm.) y precercos gruesos para no montar y ocultar con la piedra el cerco de la carpintería.
En la tercera se plantea usar un precerco mayor ( ~14 x 3.5) previo que sirva de tope al aislamiento proyectado, permite chapados mas gruesos ó con mas mortero, y usa un segundo precerco ó listón para recrecido de (~3.5×7) que evita ocultar la carpintería. (Si es que es esto lo que se persigue) (Los gruesos usuales de precercos son de 3 á 4 cm. Su precio va desde los 13 a 20 € unidad [2009]).
En la cuarta, la de la derecha, el precerco mayor ( ~13 x 3.5) se enrasa con la fábrica, se puede
anclar bien con clavos a ella, sirve de tope para el aislamiento proyectado (por ejemplo celulosa ú otro aislamiento de fibras naturales dentro de un planteamiento constructivo mas sostenible) y se añade también otro precerco de ó listón de (~3.5 x 7) que permite que no quede oculto en mucha medida el cerco de la carpintería.
Son los propios precercos los que ofrecen, al ser de madera, una mayor rotura del puente térmico.
Esta es una posible solución para reducir/evitar el puente térmico de la jamba. El muro de carga de 1 pie de fábrica de ladrillo ó termoarcilla se sitúa al interior para conseguir una elevada inercia térmica. La voluntad de emplear celulosa proyectada como aislante y de colocar piedra al exterior con un chapón de piedra rubia de unos 12 cm. de grosor (15 con la pasta de mortero de agarre) obliga a trasdosar hacia el exterior con un tabique que pudiera ser de hueco doble pero se ha preferido emplear 1/2 pie de 11.5 cm. La unión con la carpintería de ventanas complica la solución. En esta se ha optado por utilizar un ladrillo hueco doble de 7 cm. para aislarlo con unos 3 ó 4 cm. de celulosa. Previamente se ha recibido el precerco de 4×12 a la testa del tabicón de 7. Dado que el precerco quedaría visto, -pues no se puede colocar la piedra por delante pues ocultaría el cerco de la ventana- hay que recurrir a sellar debidamente la unión del precerco y del cerco y colocar un tapajuntas de madera que monte sobre la piedra y tape la junta entre esta y el precerco. Para la jamba, como se puede apreciar, se han reservado piedras mas pequeñas y de menor grosor (~6-7) Como se puede ver, la cota desde la carpintería hasta el muro de carga es de 28 cm. Por lo tanto, el hueco en el muro de 1 pie que hay que dejar es la de la ventana mas 28+28. Esta medida suele ser problemática en las obras. Si no se existe un detalle en el proyecto, no se consulta con la dirección facultativa y el constructor saca sus propias deducciones, el hueco dejado suele ser menor, con lo que ó se pica posteriormente o no hay espacio material para resolver adecuadamente el puente térmico de la jamba y el tamaño de ventana acaba siendo menor que el del proyecto.
Sección horizontal de inserción de ventana en muro. Muro carga interior. Aislante empleado: celulosa
Semejante al anterior pero con remate de hueco sencillo y consiguientemente un precerco menor de 7 cm. Para aumentar la solidez del tabique (está dibujado con los canutos verticales pero es solo a efectos identificativos) se podría dejar alguna pequeña varilla de acero de ф5 para conectarlo con el muro de pie de ladrillo y con el de medio pie posteriormente realizado una vez proyectado el aislante térmico.
Detalle de arranque de obra con forjado sanitario. El puente térmico de la testa del forjado de suelo de planta baja se ha reducido con una plancha de poliestireno extruido. En el antepecho se ha dispuesto una lámina impermeable sobre el aislamiento proyectado de celulosa para evitar su deterioro si se filtrara algo de agua por las juntas de la peana de piedra. Esta lámina se puede omitir si el porche que protege a la ventana tiene suficiente vuelo. El puente térmico en el apoyo de la carpintería se ha reducido/evitado. El precerco general es de 12×4. Un listón de unos 7×5 vuelve a ser necesario para encajar el detalle que trata de evitar que la frialdad de los materiales en contacto con el exterior se transfieran sin amortiguar a materiales en contacto con el interior, creando zonas con riesgo de condensación. Para evitar un posible asentamiento excesivo de la solera se ensancha esta hasta apoyar en la zapata y se impermeabiliza el lateral.
Detalle de arranque. En azul, los aislamientos térmicos y el tubo de drenaje perimetral. En gris oscuro, la impermeabilización lateral y horizontal. Perspectiva seccionada.
Detalle de arranque de obra con solera. Mismo nivel interior y exterior. El puente térmico de la testa de la solera se ha reducido con una plancha de poliestireno extruido. A partir de zona seca segura, se proyecta el aislamiento de celulosa. Para evitar su deterioro si se filtrara algo de agua por las juntas de la peana de piedra se coloca una tela asfáltica. Esta lámina se puede omitir si hubiera porche que protegiera a la ventana con suficiente vuelo. El puente térmico en el apoyo de la carpintería se ha reducido/evitado. El precerco general es de 12×4. Un listón de unos 7×5 vuelve a ser necesario para encajar el detalle. Para evitar un posible asentamiento excesivo de la solera exterior se ensancha esta hasta apoyar en la zapata y se impermeabiliza el lateral. La sección del cerco y hoja de la ventana no indican solución. Mas abajo se encuentra detalle de una posible carpintería de ventanas.
Detalle con poliuretano proyectado por el exterior y planchón de piedra
Este dibujo en planta es una propuesta para resolver el alojamiento lateral de una cortina térmica, apropiada para un entramado acristalado al sur que permite el calentamiento del interior por efecto invernadero, y cuando anochece se corre el cortinón evitando ó disminuyendo las perdidas térmicas por el acristalamiento. Sirve por tanto para «atrapar» el calor captado y para dar intimidad. El hecho de poder estar escondido permite un planteamiento estético del entramado acristalado distinto.
El detalle constructivo tiene una importancia capital en el proyecto. En el confluyen muchas decisiones. En ocasiones como en este caso ha de estar calculada la estructura. El proyecto es un ciclo de interacciones. Idea/imagen-cálculo-construcción-imagen no siempre en este orden. Sirve para el replanteo y dibujo preciso de los alzados y plantas y es necesario para realizar una correcta medición. Cuando su ejecución requiere mucha exactitud, el control de replanteo en obra ha de ser riguroso pues sino, es preciso redibujar de nuevo los detalles, redefiniéndolos a partir de la obra realmente ejecutada con las consiguientes consecuencias económicas y de tiempo. En la sección se indican alturas con respecto a la cota 0. En los dibujos superiores aparecen en planta y sección una solución para un entramado acristalado al sur con la peculiaridad de disponer de alojamiento para cortinero y espacio para un store con posibles funciones de intimidad, oscurecimiento y antideslumbramiento. Se dibujan posibles tapas para ocultar los rieles de la cortina y del store.
Alojamiento lateral de una cortina térmica y store
La resolución de los huecos, de la inserción de las ventanas en los muros es uno de los puntos mas importantes en una obra. La correcta solución de estos detalles pasa por evitar los puentes térmicos, condensaciones y las filtraciones de aire, polvo, agua ó nieve. A veces ocurre que al clavar un clavo en la pared (en el tabique que trasdosa la cámara), al pasar la mano por delante de un enchufe, ó en el borde de una ventana, sentimos que sale una corriente de aire. Esto nos pone en aviso de la defectuosa estanquidad al aire de la construcción.
Un inciso aquí sobre algunas dificultades que se pueden originar en obras de autopromoción, pues tienen que ver con la calidad final de la obra.
Mientras que en la vivienda colectiva, lo predominante hoy día, la intervención en obra de los propietarios finales suele ser pequeña, una larga tradición hace que quien promueva su propia vivienda decida muchas cuestiones sin la supervisión de la dirección facultativa, y cuyas implicaciones no son conocidas ni estudiadas por este. Una cuestión son las responsabilidades legales reales que cada uno
de los intervinientes tienen, y otra los derechos y deberes que estos piensan que tienen, creándose en ocasiones dificultades, solapamientos y lagunas por esta razón. Cada una de las partes que interviene tiene una idea de cual es su campo de decisión y cual es el de las otras. Pero esta idea varia de unas personas a otras y de unas zonas a otras.
Por ejemplo, en países como Suiza, se ha de contar con el visto bueno estético de la junta de propietarios de la urbanización donde se va a realizar la construcción, cosa que aquí en España al día de hoy, que yo sepa, resulta inusual.
Algunas de las expresiones frecuentes en relación a esto pueden ser:
…Yo no se como permiten que se haga estas cosas. Ciudadano que se queja de que los ayuntamientos permitan edificaciones que suelen desentonar por su color, estilo, posición en el paisaje……Te lo cambian todo. Arquitecto que se queja de que los propietarios modifiquen su proyecto….Como le vas a decir a alguien que se va a gastar 100 millones que tiene que hacer la casa con arreglo a unos criterios estéticos (arquitecto municipal en relación a los propietarios). Yo hago lo que me dice quien me paga. Constructor definiendo su posición respecto a quien debe hacer caso.
El arquitecto que haga lo que quiera en su casa. Promotor, bastante grosero por cierto, que deja claro al arquitecto quien manda. Yo quería poner las ventanas desperdigadas por la fachada y el arquitecto se empeñaba en ponerlas una encima de otra. (Propietaria quejándose)
Según un reciente estudio de imagen de los arquitectos y su posición en la sociedad realizado entre febrero y junio de 2009 por el Instituto Cerdà a petición del Centro de Estudios de la Profesión de Arquitectos, la percepción del rol de los ciudadanos es que el 81% considera que las actividades de diseño y proyección de los proyectos de construcción y obras son la principal responsabilidad del arquitecto, y por el contrario piensa que la ejecución del proyecto es cosa de los aparejadores (así lo manifiestan el 54%.
Es posible que ocurra que sea el buen hacer del constructor, y de acuerdo a los deseos de acabados exteriores ó interiores de los propietarios, sin conocimiento de la dirección facultativa, el que «piense» y ejecute muchos detalles de la construcción, pudiendo dejar de contemplar aspectos que en última instancia debiera estudiar y resolver la dirección facultativa.
Las decisiones de los propietarios pueden tener repercusiones de confort, de coordinación dimensional, estéticas, ó seguridad de utilización ó estructurales, por citar algunas.
Un ejemplo. Maria decide que quiere una ventana en la cocina mas grande y mas ancha y así se lo transmite al constructor. Lo que no sabe es Maria es que la viga sobre la ventana está calculada para resistir el ancho inicial del proyecto y no el mayor. Esto puede traer como consecuencia problemas de deformaciones excesivas ó rotura de elementos estructurales. Joaquín decide elegir un suelo que le ha gustado para la terraza. Sin mas, se lo dice al constructor y este se lo pone encantado. Sin embargo, el material no ha sido debidamente examinado por los técnicos y resulta que se hace muy resbaladizo con el agua. Un noche de lluvia Joaquín al pisarla se resbaló y calló dándose un fuerte golpe en la espalda.
Otro ejemplo. Eduardo y Pilar deciden hacer una acera perimetral. Hablan con el constructor y adelante. A los pocos meses la acera se ha agrietado porque el constructor no la solidarizó estructuralmente a la edificación y la apoyó directamente sobre un relleno de tierras ni siquiera compactado.
Un ejemplo mas. Antonio decide poner un revestimiento exterior de piedra a hueso. Entre el y el constructor deciden el lugar de la inserción de la carpintería de ventanas. Consecuencia: no ha quedado bien solucionado la estanqueidad al aire de la misma, el remate lateral de las jambas, el aprovechamiento energético del aislante térmico empleado ni la buena calidad de las carpinterías y acristalamientos empleados.
Una actitud que en ocasiones se da también es la del técnico que se hace impermeable a las propuestas, experiencias, iniciativas ó sugerencias de las otras partes.
El constructor a veces suele pensar: yo trabajo para quien me paga. Esto contribuye a dejar fuera también a los técnicos, lo cual como veremos tiene una serie de consecuencias.
Intervinientes en una obra
El propietario se beneficia de una mayor «libertad de elección», una mayor fluidez en su relación con el constructor por que sus deseos son ordenes y puede disfrutar de ese gusto del poder, ordeno y mando. El constructor se puede beneficiar de un menor control por la dirección facultativa, tanto técnico como económico, de poder lidiar con mas facilidad y rapidez con el propietario y acercarlo a su ascua, y los facultativos obtienen la ventaja de un «mayor rendimiento de sus honorarios».
La responsabilidad de muchos aspectos de la obra que debiera ser de los técnicos por ley, cuesta asumirlas por estos, si se les ha dejó al margen cuando se decidieron. Suele ser en el terreno estructural, donde la propiedad y el constructor no se sienten con conocimientos suficientes para decidir. Sin embargo si las decisiones aparentemente tienen que ver con
cuestiones estéticas ó económicas, el arquitecto y el aparejador a veces dejan de tener el peso fundamental.
Otro aspecto a tener en cuenta es el de la formación. Formación y educación en los constructores, en los arquitectos y en los propietarios. Sigue sin ser necesaria una cualificación legal para ser constructor*. Cualquiera que cumpla los requisitos generalmente económicos de la administración lo puede ser. Unos albañiles que se hayan cansado de poner ladrillos pueden organizar una obra unifamiliar a base de subcontratas. Puede que alguna les salga bien, pero construir, no es solo listín y teléfono, es otro oficio mas, el mas completo, y no se adquiere en unos meses. Se tardan años también en conseguir los conocimientos versátiles que puede requerir una obra, si es que se quiere tener opiniones y soluciones fundadas.
La formación de los técnicos tampoco es la adecuada. El salto de la educación universitaria a la realidad es demasiado grande, y suele hacer aguas por algún lado. Se necesitan también muchos años de experiencia práctica en formarse. El encargo de una vivienda unifamiliar suele ser el estreno de muchos recién titulados. Para los mas preparados y veteranos suele ser mucho mas rentable hacer pisos que entretenerse en el sin fin de pormenores de una unifamiliar. Pero la falta de un desarrollo y afianzamiento previo en estudios consolidados ó con personas experimentadas lanzan al mercado laboral a jóvenes inexpertos sin la preparación suficiente para saber estar junto a constructores vivos y vividos, clientes exigentes de los cuales dependen económicamente, publicidad tendenciosa y tantas trampas que tiene el ejercicio profesional. Y la educación de los autopromotores también debería mejorar. Desde el conocimiento de sus derechos, pasando por el de sus deberes y sus límites y las minas que también hay en su camino de la autopromoción.
(*En la Ley de Ordenación se apunta a la cualificación del constructor. El artículo 11 b) dice que son obligaciones del constructor: » Tener la titulación o capacitación profesional que habilita para el cumplimiento de las condiciones exigibles para actuar como constructor». Hasta el momento se ha legislado nada en este sentido.
Estas y otras cuestiones hacen que la construcción de autopromoción sea complicada en ocasiones. No hay estadísticas oficiales, pero, ¿que ocurriría si preguntáramos a todos aquellos propietarios sobre su experiencia de haberse hecho una casa?.
Un cliente me decía, «nunca mais». Y si la pregunta se extendiera al resto de las partes, aparejadores y arquitectos, ó incluso al resto de la ciudadanía que padece ó disfruta de lo construido aunque sea desde fuera, la respuesta no se alejaría de ese descontento con mas frecuencia de lo imaginable.
Todo esto ayuda a explicar cuestiones de calidad en el patrimonio edificado así como en la adecuación de estilos y materiales que en tantas ocasiones conviven, creando conjuntos edificados sin la suficiente calidad constructiva, estética ni armonía con su entorno.
Algunas cuestiones mas.
Las estructuras de la edificación se calculan con un coeficiente de seguridad, pero las mediciones de un proyecto no. Se suele decir que el mismo proyecto medido por dos personas distintas dan resultados normalmente dispares. Con las estructuras cierto es que pasa igual.
Hay calculistas que se dedican a afinar y que consiguen reducir acero ó hormigón. En una medición, también se puede afinar pero el riesgo es mayor porque no se va con ningún coeficiente de seguridad que ampare el error.
Hay quienes engrosan las mediciones para no hacer pasar al cliente el trago una ampliación de coste. Pero esto puede ser un arma de doble filo. Si no se revisan las mediciones de obra de forma precisa, algún constructor pudiera incluso tratar de cobrar las de proyecto regruesadas por lo que el cliente no se lleva ninguna sorpresa, y el arquitecto y el aparejador quedan limpios pero a costa de que el constructor se lleve un beneficio indebido.
Hay quien piensa, lo he oído a algunos constructores, que no se puede construir una casa de encargo a base de precios unitarios por medición, y esto es cada vez mas frecuente. Y puede que tenga razón. Sin embargo creo que la existencia de precios unitarios, puede calmar las aguas en momentos de desacuerdo. El precio a tanto alzado puede ser mas interesante, pero los precios unitarios aplicados a la medición deben ser paso previo. Prever todos los detalles de una obra exige un trabajo anticipatorio tan enorme y desproporcionado como inconveniente (hay muchas cosas que se ven mucho mejor en el transcurso de la obra y otras son imposibles de saber con seguridad por contingencias en la obra… calidad del terreno, movimiento de tierras, m3. de cimentación, …). Sin embargo, esto tampoco puede ser un cheque en blanco para la indefinición sin limites. Es totalmente razonable que se sepa con antelación una cifra bastante aproximada, y conveniente que incluso sea algo cara pero cerrada. Cada vivienda unifamiliar aislada de encargo es un prototipo como el de un coche. Sin embargo, de un prototipo de coche se fabrican miles de unidades. Y con algunas leyes de la edificación que obligan cada vez mas a mas justificaciones y complicaciones, a recoger en planta y alzado todo tipo de instalaciones, la complejidad y detalle que debe alcanzarse en la definición de los proyectos y obras realizadas es enorme si se quiere hacer con rigor, si no se quiere recurrir a la improvisación en obra, a dejarla en manos de la socorrida «buena practica» del constructor…. Pero ocurre que lo que se está pagando por un proyecto de una vivienda unifamiliar aislada usual, entre 200 y 350 m2, aún con las bandas de mercado existentes normalmente, es ridículo. ¿Alguien se imagina que el diseño industrial de un nuevo modelo de coche cueste 10.000, 15.000, 20.000 euros. ?
Aún proyectando casas dentro de una misma línea, siempre es preciso adaptase a las condiciones de entorno y particulares y definir algunos nuevos detalles constructivos,…resolver singularidades… y si el proyecto se sale con mucho de lo explorado usualmente, entonces el trabajo creativo es tremendo y el tiempo empleado en ello impredecible. Suelo pensar que ponerse a proyectar es como ponerse a tener un hijo. El embarazo se puede producir a las 2 semanas ó a los dos meses. ¿Y como cuantificar económicamente eso por anticipado.? Pues mal. Ósea con error. Para un lado o para otro. O te quedas corto ó no llegas. Una vez llegado el embarazo, ósea si se sabe si es niño ó niña, viene el proyecto de ejecución que es mas predecible. 9 meses para ser usualmente exacto.:-). 7 meses a veces. Pero pasar
de 7 meses de trabajo a 9, en «la ejecución» no es lo mismo que pasar de 2 semanas a 2 meses. Y esto como ejemplo porque a veces los hijos tardan años en llegar. Y todos estos impredecibles se tienen que concretar y condensar cuando a uno le preguntan ¿cuanto me va a costar el proyecto?.
En definitiva, las mediciones requieren un respecto y atención importantes. Yo la suelo hacer en combinación con alguien que me ayude, aparejador, delineante y en voz alta, uno va pensado, contando y midiendo lo que va haciendo, y el otro pendiente de que no se escape nada, que no haya olvidos ni despistes. Me recuerda el trabajo de los copilotos de rallys. Uno conduce y otro canta lo que viene. Hay tareas que conviene que sean realizadas por dos a la vez… como los hijos…!que obsesión¡ . Las mediciones de una vivienda es uno de ellos en mi opinión. Y cada vez soy mas partidario de hacer incluso las mediciones con los clientes. Esto por un lado los permite conocer los entresijos de su casa mejor, y con una breve traducción de la jerga técnica, de palabras propias del mundo de la construcción, se hacen cargo de la amplitud y detalle de la obra.
Saben así asociar las descripciones técnicas de las unidades de obra a la realidad, y saber simplemente si eso está hecho ó no. No se si es usual, pero a mi me parece mejor hacerlo así. Sin embargo, el trabajo de proyectar una vivienda, una casa, es de los mas gratificantes. El arquitecto tiene la ocasión de estar en contacto con el cliente directo, no como ocurre normalmente en la promoción de pisos, la mayoría de lo que se hace hoy día. Varia el enfoque de promotor para uso propio que para uso ajeno. De hecho, cuando se eligen calidades de materiales y otros equipamientos para las casas suele ser corriente que el comercial pregunte si es para uno mismo o para alquilar, vender…
Me gusta hacer los proyectos cada vez mas con mucha participación de quien se la va ha hacer. Al principio, al poco de terminar la carrera era al contrario. Tras un cuestionario inicial, trataba de avanzar solo. A veces los chascos eran enormes y construía (proyectaba) castillo en el aire. Sin embargo el reunirse para ir hablando de la casa, ir pensando juntos en las distintas cuestiones que surgen ó van surgiendo en la adaptación de la casa a las condiciones locales de emplazamiento, acceso, vistas, orientación, normativa, gustos personales…aportando cada uno su punto de vista es enriquecedor para todos los intervinientes y para la calidad final de los proyectado. Esta participación desde luego evitaría la gran cantidad de sorpresas que se producen de ver superficialmente un proyecto a verlo construido.
La selva.
La avioneta se estrelló junto a la explanada de una jungla. Wetton sintió el traqueteo algo violento que el terreno irregular producia en las ruedas del tren de aterrizaje. La noche no permitia ver la extensión de la pradera y si era larga para que se detuviera antes de llegar a los imponentes árboles.
A medida que iba disminuyendo de velocidad, se iba calmando la incertidumbre de chocar con un obstáculo. Los pasajeros gritaban, las maletas de mano se caian a los pasillos, los motores rugian en su desaceleración.
De pronto, un fuerte golpe, fortisimo, le hizo perder el conocimiento. Se había detenido brutalmente, como en un choque frontal.
Despertó atontando, todo era silencio y oscuridad. Sintió estupefacción. Su rodilla le dolía. Su hombro derecho le molestaba. Se echó para atrás, reposando su espalda sobre el asiento. No sabía donde estaba. Los minutos pasaban sin saber que hacer. Ignoraba si amanecería en pocas o muchas horas. Su reloj estaba roto y parado a las 22:23. No sabía cuanto había pasado desde el impacto hasta su despertar.
Se dirigía a Rio Janeiro desde Bogotá. Podía estar en cualquier lugar de la selva Amazónica. El jet exclusivo para unos pocos pasajeros, estaba inclinado. Hacía frio. El viento silbaba al atravesar las ventanucos rotos. Tenía sed.
Su respiración era pausada. Lo último que recordaba era que se estaba tomando su aconstumbrado whisky mientras ojeaba una revista y de pronto vio salir fuego del motor derecho.
Había retrocedido a la prehistoria. Mas aún. Un lugar inhóspito, solitario, fuera de la civilización, donde únicamente su movil era el vestigio de miles de años adelante. Regreso al pasado. La linterna le permitió entreveer su entorno. Pudo ver la hora. 22:44. Comprendió que ese invento telecomunicativo era el objeto mas valioso en ese momento pero que debía pensar en como aprovechar la batería que le quedaba. Alumbró hacia el pasillo. Se incorporó. El brazo de un pasajero colgaba del antebrazo de la butaca. No respiraba. En el asiento mas adelante , otro cuerpo. Se acercó. El cuerpo retorcido estaba estampado contra el siguiente asiento. Un hilo de sangre seco aparecía en su boca. Se dirigió a la cabina. Todas las luces apagadas. Los dos cuerpos de los pilotos yacian deformados. Todos sin vida.
Wetton anticipó sus siguientes días, soledad, incomunicación, dificultades, incomodidades, incertidumbre y tal vez la muerte. Muerte por hambre, frio, presa de una alimaña…
Sin darse cuenta se vio situado al principio de la historia, antes incluso de la prehistoria, de la edad de piedra o la edad de hierro, donde al menos en esas épocas, la ignorancia y desvalidez de un bebe era amorosamente compensada por la manada que había aprendido a sobrevivir en un entorno hostil sin muchos medios. Imaginaba a los padres de la edad de piedra, enseñando a sus criaturas lo que se podía o no podía hacer, los riesgos que había que evitar. Y el se sentía un bebé.
La cueva de piedra la podía sustituir por el espacio del jet, pero las técnicas de caza las desconocía, los medios para hacer fuego inexistentes, hachas, piedras para producir chispas, lanzas para atravesar un animal… nada de eso tenía. La gran encliclopedia de Google inaccesible. You Tube era cosa de muchos siglos después. Las ferreterías cerradas.
Solo contaba con los conocimientos que hasta ese momento había acumulado en su desmemoriada cabeza. La mayor parte útiles para ejercer su profesión de arquitecto pero no para sobrevivir solo en una jungla lejos de cualquier atisbo de civilización protectora.
Recordó que pocos días antes recorría al anochecer una calle adoquinada, con farolas de luz cálida, con viviendas calefactadas, con agua en los grifos, con despensas repletas…. Con cajeros automáticos. Incluso con un coche de policia que transitaba lentamente entre los paseantes por si acaso. Su tarjeta bancaria de nada le servía ahí.
Empezó a comprender los beneficios de esa civilización que tantas veces había denostado. Recordó tambien el texto bíblico que decia que el mundo yacia en el poder del maligno. Se le antojó quitarle un poco todo ese poder. El, ahora, solo, desvalido, a cientos o miles de kilometros de cualquier signo de civilización, sin sus medicinas para el corazón, para la depresión que últimamente estaba atravesando, con líquidos para vapear dos o tres días… se comprendió en el peor escenario posible. Cierto es que alcanzó a pensar en la situación en que se encontraría un alpinista colado por una grieta profunda, vertical y oscura entre dos masas de hielo y nieve y que en la caida había perdido su piolet.
No tenía ni un mapa, ni una brujula, y cuando saliera el sol y pudiera orientarse con este, que dirección tomar?
No tenia una Biblia ni a nadie a quien amar salvo a si mismo si. La ley principal, amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, se le hizo insuficiente y poco práctica por un momento. ¿Como amar a Dios en aquel inhosito lugar? Quizas, pensó, que esta circunstancia que estaba viviendo, era la oportunidad que Este le daba para agradecerle todo lo que había tenido, arrepentirse de lo poco que lo había valorado y lamentarse de lo desagradecido que habia sido a lo largo de vida hasta el momento en que el motor se incendió. Moriría de una picadura de serpiente, de ser engullido o triturado por por una gran anaconda, de una herida sin antibióticos…
Recordó noches cálidas del verano anterior, servidas de frios vinos blancos en copa helada y con una uva roja que decoraba su interior, en compañía de aquella preciosa mujer, que girada hacia él, le miraba mientras disfrutaban de una sonriente conversación con el agradable aire fresco en la terraza elevada de un hotel de lujo en Madrid. Todo aquello le parecía una ilusión.
….
8 de noviembre de 2022
Manuel Monroy Pagnon
Cita en El Escorial
Alegra me cuenta que tiene un amigo con un piso en una buena calle de Madrid. El tiene unos 68 años. Conserva su piso como cuando vivian sus padres. Todos los vecinos modernizaron sus casas, él, sin embargo, mantiene las paredes algo oscuras con la misma pintura que entonces. Los muebles de aquella epoca. La televisión antigua. Entrar allí supone regresar a hace 30 o 40 años. Duerme en el dormitorio que tenia cuando vivia con ellos. El dormitorio principal intacto y sin usar.
Me hace pensar en la capacidad que tienen los espacios de contener recuerdos y la firme voluntad de esta persona de envolverse en los ambientes que vivió hace mucho tiempo.
Esta mañana de sábado me vine a El Escorial tambien buscando vivirla en este lugar que me trae recuerdos de hace cuatro o cinco años. Es esto nostalgia? ¿Una forma de evitar el duelo sumergiéndose en un espacio y tiempo pasado? Cualquier tiempo pasado fue mejor? Buscando en el baúl de los recuerdos?
Levanto la mirada, dos policias pasan ante mi, coches circulando despacio, un motorista con mochila, una chica estornudando, un hombre con dos perros, alguien de oscuro con sombrero claro de ala corta…Presto atención a Supertramp, llevo escuchando la misma canción hace media hora.
La levanto otra vez. Una mujer delgada, de vestido negro, rostro serio algo demacrado, labios pintados de rojo, sombrero de paja de mucho vuelo, su mano sobre la cincha del bolso de cuero que cuelga de su hombro derecho, desaparece de mi vista para siempre. Yo nunca existí para ella. Tengo ganas de conocer a alguien.
Estaré sentado con sombrero blanco el sábado 6 próximo a las 12:30 en El Alaska. El Escorial.
El Escorial, 30 de julio de 2022. 13:15 horas.
Microrelato. Una buena noche en la ciudad
Antonio se enamoró de su antigua ayudante de locución. El tenía 53 años. Ella 50. Él estaba casado. Ella, separada. Ella marchó a Argentina. El permaneció en España. Volvió fugaz un 24 de diciembre a Barcelona. Mientras que las casas estaban presididas por mesas repletas a punto de desordenarse, ellos vagaban felices por la ciudad iluminada y desierta en su viejo Volvo acompañados de emoción embotellada de vino. Aquella sensación de desapego del mundo, de sus fiestas y fastos por decreto, fue uno de sus muchos cómplices recuerdos. Antonio murió de infarto la siguiente noche buena. Ella se casó.
Morir juntos
Leonid salió del casino con un millón más que cuando entró.
Giró su cabeza a la izquierda, se acercó al borde de la acera y levantó el brazo. El taxi se detuvo a su lado. Armyanskiy Lane, 33, pronunció.
Sentía emoción y procuraba controlarla respirando profundamente. Todo había cambiado. Iba asimilando lentamente su golpe de suerte. Aquellos últimos cinco meses les habían agotado. Día a día, mes a mes, se habían ido sintiendo cada vez más oprimidos, más al borde, más a limite. Aquella noche había tomado la decisión de jugarse sus últimos recursos, alimentado por una extraña intuición que tantas veces le había fallado. Perder hubiera significado el final, ya no había más opciones, más prestamos, más tiempo.
Llovía cuando cerró la puerta y rodeó el parque. No apresuró el paso. Quiso sentir el agua caer sobre su cabeza y resbalar por sus mejillas. Quiso que la brisa refrescara su rostro empapado, que el olor a tierra mojada le hicieran vivir el presente por fin.
Allí donde miraba, todo le parecía bello, natural, como tenía que ser. Una chinita tras el mostrador de una tienda, un banco con una pareja abrazada, un autobús deteniéndose y abriendo sus puertas. Quiso por un instante que su casa estuviera más lejos, seguir disfrutando de aquella sensación de llenura, de placer, de bienestar, de que todo por fin había terminado y comenzaba otra vida. Ella le vino a su mente. Aceleró el paso. ¿Cómo no correr vertiginoso a compartirlo? Empezó a imaginar cómo se lo diría, lo que sentiría al ver cambiar su rostro amado asimilando en sus entrañas que ya pasó todo, que la vida entraba de nuevo en esa casa. Ansió contemplar cómo se transformaría su expresión ajada de los últimos meses por una sonrisa, por la emoción de poder por fin respirar, de empezar a olvidar el dolor que precede a la desesperación.
Leonid abrió la puerta. Olió el gas. Corrió al salón. Ella estaba tendida en el sofá. Su cuerpo inerte le atravesó el corazón. Su alma congelada comprendió con espantoso fulgor que Fedora no había aguantado más.
Se sentó a su lado y la abrazó. Su cuerpo volvió a experimentar de nuevo las mil indescriptibles sensaciones que lo recorrían cuando comenzaba a hacerla el amor.
Lo último que sintió fue unas lágrimas cálidas saliendo de sus ojos.
Manuel Monroy, febrero de 2020
Bocetos de personas
Antonio media uno ochenta. Ojos verdes, mentón triangular, rostro afilado, estudió para mecánico de vuelo. De joven vivió en un barrio acomodado de Madrid y estudio en un colegio privado. Era una máquina de ligar. Le recuerdo llorando un día porque su padre esperaba algo más de el que fuera mecánico de aviones. Se casó y se divorció. La segunda vez se emparejó. Una noche saliendo los cuatro, me sorprendió ver como su mujer lo humillaba ante nosotros. Yo salí en su defensa con una jocosidad entrecortada y barrunté el calvario que podría significar su matrimonio en la intimidad. Tenía una emocionalidad difícil y una sexualidad algo descontrola y después de años de sutiles tratamientos farmacológicos mantenía un cierto equilibrio vital. Me enseño mucho de farmacopea.
Por las noches tomaba un neuroléptico para dormir que no le dejaba huella al despertar, creo que risperidona, y se administraba a su manera un antidepresivo, rompiendo todas las normas, dos veces a la semana. Así mantenía a ralla una libido algo desbordada sin aniquilarla.
Era ateo empedernido.
El primer recuerdo que tengo de Ricardo es de alguien serio. Más alto que la media, le gustaba el tenis, la bicicleta e irse de cañas.
De rostro alargado y ojos claros, era de risa fácil y sonrisa simpática. La suya me recordaba a la de Anthony Quinn. En sus mejillas, se dibujaban entonces dos grandes surcos que eran como un abrazo a la humanidad. Habilidoso socialmente, nos reíamos mucho cuando quedábamos hasta que nos cansábamos de superficialidades y nos poníamos a pensar. Entonces discutíamos. El de forma muy agresiva. Era de moral muy elástica, excesiva e incomprensible para mi.
Meticuloso, tuvo un gesto de generosidad hacia mi como pocos recuerdo, y cuando tiempo después se lo recordé agradecido, el no reconocía haberlo tenido. Desconcertante.
Elsa tenía 50 años. Mujer de curvas y grandes senos, confesaba sin pudor que la encantaba mostrarlos a través de un generoso escote.
Trabajaba despachando clientes en una estación de autobuses.
La gustaba que la preguntasen. Casada, insatisfecha con un marido que se venía rápido buscaba relaciones que la compensaran. Aquella tarde de sábado en la que hablamos, había quedado con un amigo para bailar y acostarse. Su marido estaba de viaje. Su amante la pidió que llevara un vestido sin más. Sin mas debajo.
Para saldar una deuda del marido, hizo un trio con el jefe de el y su sobrino. Le gustó, pero no repitió pese a que se lo pidieron. El marido nunca supo que la deuda fue pagada de esa manera.
La primera impresión de Andrea fue que era educada. Y lo fue. Mujer de pocos juicios, y puntuales broches de humor. De mediana edad, decía encontrarse bien y tranquila. Tuvo una relación que acabó. La gustaba charlar. Era maestra de redacción. La gustaba viajar, el cine, el teatro, la música, pasear...
Me citó a Umberto Eco. Llamaba a las cosas por su nombre. Era respetuosa.
Gilian era un torbellino y cuando hablaba me aceleraba el corazón. Mezclaba los asuntos y pasaba de uno a otro de forma desconcertante. Amable, de mentón puntiagudo, tenía un ingenio natural difícil de encontrar.
Curvilínea, ojos pardos, pelo teñido, podía pasar de un estado de ánimo a otro en un instante. Mientras que algunas las cazaba al vuelo, otras pasaban años sin cogerlas.
Manuel 2019
Un breve paseo
Andrés caminaba por las calles taciturno. En su cabeza le rondaban varios pensamientos entrecruzados. Los semáforos se encendían dispares, las luces tintineaban, los escaparates eran chorros de luz, los neones le sorprendían con sus destellos. Interrumpía sus pasos en los cruces con ansiedad, deseando pasear y pasear. Huía de la soledad de su cuarto, cansado de mirar los mensajes, las noticias, los correos, las ausencias de tantos saludos que añoraba, aunque fueran breves palabras. Las fiestas habían invadido la ciudad, y su vacío se había hecho a medida de ellas. Atrás quedaban los brindis, las citas, las juergas, las borracheras, los dolores de cabeza... Su vida ordenada de ahora deseaba un enamoramiento, aunque fuera fugaz.
Se detuvo a en encender un cigarro. Al poco ella le pidió fuego.
-Somos de los pocos que quedan - se aventuró a decirla
-Si, con los cigarrillos electrónicos, ya pocos echamos humo de verdad, -comento ella
-A veces parecemos como apestados –añadió él.
La conversación no duró mas, y deseo que se hubiera prolongado. Le hubiera gustado saber de ella, de donde es, de donde viene, si está casada, si se siente sola, si añora salir a tomar un café y charlar sobre lo que ha hecho en el día, o sobre como pasará estas fiestas. Todo su deseo se quedó en apenas un breve intercambio de frases, y una añoranza de conversar, de pedirle el teléfono, de escribirse a últimas horas de la noche.
Continuó su paseo, por una calle cuesta arriba, que ciertamente le costaba remontar. Esta vez los recordatorios de las cajetillas de cáncer, fumar mata, el humo contiene más de 70 sustancias cancerígenas se le venían a la cabeza, eran la tortura placentera de fumar. Esta vez un joven apresurado le volvió a pedir fuego. Le entregó el mechero. El chico se lo encendió y salió rápido.
Vio una tienda de manicura abierta. Entró en ella. Preguntó si podían atenderle. Tuvo suerte. La conversación fue cordial. La chica simpática. Volvió a su cuarto mejor.
Manuel Monroy 2019
Cinco maletines
Eran las 8 de la mañana. El Sr. Muller tenía sobre la cama de la habitación 103 del Hotel Ritz, cinco maletines. Por última vez los abrió y repasó su contenido.
La cerradura central mate sonó opaca al abrir el maletín negro de cuero. Una carpeta trasparente estaba en primer lugar, y un borrador de escritura de compraventa en su interior, sobresaliendo por los bordes. En la tapa, diversas plumas y bolígrafos todos distanciados a la perfección, un cuaderno de notas DinA5, una calculadora y una Tablet. El interior estaba forrado de piel natural, bien cosido, de color camel.
El maletín azul añil contenía dos estuches, cada uno con una pistola de 9 mm, un silenciador, junto con una carga de balas de ese calibre y material de limpieza. Además, había una toalla grande, 3 imperdibles, una boina, gafas de sol, un bigote, una barba postiza y una gabardina beige.
En el marrón había una carta sin remitente ni destinatario. Y una flor blanca envuelta en celofán.
En el rojo se encontraban cientos de cartas de amor, ordenadas por fechas, un portarretratos, unos guantes, un pañuelo.
Al abrir el blanco, aparecían dos pasajes de avión, distintos folletos turísticos, todos emplazados en la costa marsellesa. Un fajo con 20.000 euros en billetes de 500 y 50, una chequera, dos tarjetas de crédito Visa oro y Mastercard, una colonia, un perfume, unas llaves y dos móviles a estrenar.
A las ocho treinta Muller llamó al servicio de habitaciones para que le enviaran un botones y un chofer. Llevaron al parking sus 5 maletines y dos maletas a su cuatro por cuatro.
No pudo disimular mirar al joven dependiente cuando empujaba tan variopinto equipaje, pero ninguna sonrisa burlona se transparentaba de su jovial rostro. Sus pensamientos se fueron a otra cosa.
-Núñez de Balboa 56-, indicó al subirse al coche.
En la notaria lo hicieron pasar pasar rápidamente a una sala de reuniones, maletín negro en mano. Los compradores estaban esperando. Enseguida, el notario saludó y se sentó. Leyó veloz el documento, preguntó si todo estaba correcto, todos asintieron, y firmaron. 2.400.000 euros. La firma del fedatario fue larga y rimbombante. Muller asistió con paciencia. Todo listo.
El chofer lo esperaba apoyado en el capó.
-Lléveme a La Plaza de Cuzco, cójase el paraguas, allí bájese, espere hasta que yo vuelva. Tardaré cincuenta minutos.
Muller condujo hasta el Paseo de la Florida. Dentro del parking público, abrió el maletín azul, se puso la boina, la barba y el bigote, las gafas de sol, envolvió su torso en la gruesa toalla y se enfundó la gabardina. Cargó la pistola y se la colocó en la espalda. Miró el reloj. Esperó 7 minutos. Salió a la calle Ferraz, al 15, 3A, José Angel Muñiz. Psicólogo. llamó.
-Soy Felipe Sanchez, teníamos una primera cita.
Se abrió el portal. Un hombre gordito y sonriente le hizo pasar y cerró la puerta. -Pasemos a mi consulta- le dijo. Tras cerrar la puerta del despacho, Muller, se quitó las gafas, cogió su pistola y le disparó 2 tiros al corazón.
El chofer esperaba sobre el capó de una berlina.
-Vamos por favor a la calle Gutiérrez Solana 1, en el Viso.
Muller abrió el maletín marrón, cogió la carta y la flor envuelta. Tocó el timbre. Su mujer le abrió.
-¡Frank! ¿Dónde pasaste la noche?
-Te dejo. Aquí encontraras todas las respuestas. Te he querido todo lo que me has dejado. Me voy. Este cheque es para ti.
Despidió al chofer con 100€ de propina y se dirigió a La calle de Garcia Llamas 2 en Vallecas.
Al llegar, abrió el maletín blanco, cogió el móvil nuevo.
-Estoy
Manuel Monroy 19
Agua de la fuente
Calurosa tarde de agosto con un nivel alto de desidia. Setien sale a dar un paseo con una amiga. LLeva un día de incompresión y por el momento no parece que vaya a mejorar. En cierta forma necesita algo de armonia entre lo que el percibe de si mismo y lo que otras personas ven. Sopla algo de brisa entre los arboles, la paz sería total si no se escuchase a un niño llorar. Por suerte su caminar los aleja de él.
Tenia confianza suficiente para reprochar a su amiga la discordancia de concepto de la palabra ausente. Los árboles amortiguaban la conversación. Su amiga le escuchaba pero dejaba escapar el reproche en el viento. Setien tiende a volcar sus sentimientos y apreciaciones como responsabilidad de otros. -Me has contestado?, has tardado en responder, no me entiendes, no me prestas atención y un largo etcetera de frases similares- . El busca sentirse uno con alguien y cada desviación de esto es un dolor profundo en su alma. Su amiga le intenta hacer ver que debe sentirse uno consigo mismo, que los demás le pueden complementar, acompañar en el camino, pero no ser el motor que le haga recorrer el camino de su vida. Desea que estar con alguien sea como dos ruedas dentadas de un reloj en los que a cada giro del engranaje, los valles y las colinas de ambos trabajan al unisono. No es consciente que hasta la mejor maquinaria suiza necesita de vez en cuando una gota de aceite, un pequeño ajuste, un repaso del maestro relojero, sin que ello signifique que está estropeado. Que este aceite es el manojo de virtudes como la paciencia, la templaza, la serenidad...
Tras momentos tensos para él, su amiga, hace que se sienta reconfortado y su ásperos sentimientos del comienzo, donde incluso aparecían deseos de no seguir vivo, desembocan en sensaciones agradables y entre las que comprende que las palabras iniciales de una conversación son solo el comienzo para saber donde está el otro ser humano.
Setien no comprende que caminar relajadamente entre los gigantescos pinos ha desbloqueado su estado de ánimo inicial, está acostumbrado a hacerlo depender de otras personas y así, no sentirse responsable de los resultados de sus acciones.
Uno de agosto de 2022