-Hola Alejandro, retomemos nuestra conversación del último día me gustaría saber por qué crees en Dios
-No recuerdo la primera vez que oí hablar de Él. Lo primero que me viene a la cabeza es un ser superior, el creador de todo, más tarde me enteré que era el Padre de todos nosotros. Hay una razón para no creer, que suele ser común. Y es que como un padre amoroso puede permitir tanto dolor, tanta injusticia, tanta incomprensión.
-Pues si
-Habría que hacer algo de historia para entender dónde nos encontramos. Fuimos expulsados del paraíso
– ¿Y no te parece un poco rollo todo eso?
-Es un rollo breve que lo enmarca y explica
-Te doy pocas líneas para hacerlo. Todo esto me satura un poco
-Está bien. Te explicaré lo que creo que sintió Dios al crearnos. Adán y Eva lo tenían todo salvo la dichosa manzana de Apple, pero quisieron ser como el, y creyeron a Satanás. ¿Cómo se sentiría un padre al que su Hijo no le cree y quiere ocupar su puesto? Aun así, nos da otra oportunidad, y envía a su Hijo. -Yo también estoy cansado de repetir la misma historia- y solo los que crean de nuevo en las cosas increíbles que hace su Hijo serán salvos.
-Ya. ¿Y por qué es tan importante creer para ti?
-Todo esto tiene que tener algún sentido. Somos capaces de sufrir y de gozar.
– ¿Y qué?
-Nos hicieron para sentir
-Joder Alejandro, te veo un poco perdido
-Si Matías, estoy tratando de explorar nuevos pensamientos, inéditos caminos
-Pues me ha tocado a mí la china de tus desvaríos
-Somos células vivas, complejas, que viven o mueren según circunstancias
– ¿Pero ¿Qué tiene que ver eso con Dios?
-Son caminos trillados, pero el hombre con toda su tecnología no ha sido capaz de crear vida
-Eres un rollo y escribes fatal.
-Hola de nuevo Matías, vengo con aires renovados. He de reconocer que tu pregunta, a la que entré como un corderito, me llevó a un camino sin salida, un agujero negro. Me enfadé contigo e hice bien. Leí la definición de creencia. Básicamente creer significa «dar por cierto algo, sin poseer evidencias de ello”. No tengo evidencia ni razón de lo que creo ni puedo razonarlo. Es algo que se tiene o no se tiene. Si yo formulo la pregunta, ¿Creías que traería yo algo escrito? Esta pregunta es distinta porque ya hay costumbre en que no traiga y ya tienes razones para ello. Estaría mejor formulada si dijera: ¿tienes razones para pensar que no iba a traer un escrito? Y tú me podrías contestar que sí, pues muchas son las veces que no lo hago. Pero creer en Dios o no, no hay costumbre en ello. Te extrañaría si acaso que dejara de creer. Fe y razón son opuestos. La razón no puede explicar la fe por definición y la fe no se debe meter en el campo de la razón. Parafraseando a Pascal, la fe tiene sus razones que la razón no comprende. Y sigo, a veces confundimos creer con probabilidad. Y si algo es probable de probabilidad, o comprobable, no necesita creerse, pues ya está probado. Tu pregunta estaba mal formulada. Me debí plantear de primeras la pregunta y no la respuesta.
– ¡Vaya hombre! ¡De todas formas, te ha quedado un párrafo demasiado largo!
-Sí, para eso estás tú entre otras cosas, para echarme una mano. Me sirves para romperlo.
-La razón es el argumento que una persona alega para probar algo o persuadir a otra persona de sus argumentos. Definición encontrada en la Wiki. No puedo probarlo ni razonarlo y me metiste en un berenjenal de mil demonios. Después de tres días resucité gracias a la RAE
-Jajá, quería ver como salías de él si es que salías, si volviendo a dejar de escribir, si ofuscándote…y ofuscado has estado, ¡Eh!
-Pues sí, y mucho, pero no quise reescribir nuestra conversación, quise dejar reflejado el punto muerto al que llegué, los patinazos esquizoides que dio mi pensamiento.
-Bueno, enhorabuena, no todos salen de sus agujeros negros
-Gracias, quizás cada noche sea uno.
-Esa no la pillo
-Ni yo. Ten cuidado, que yo a veces soy un agujero negro y atrapo.
-Y yo.
Manuel Monroy 2019