En esta ocasión partimos del encargo de una pareja joven sin hijos que desea una vivienda lo más contenida y cómoda posible. Un proyecto en el que los grandes ventanales inundan de luz tanto las zonas comunes de estar-comedor-cocina como la zona destinada a dormitorio principal, baño y vestidor.
Para dar solución a la parcela, estrecha y alargada con algo de pendiente y una gran roca en la zona central, se desarrolla el proyecto de forma escalonada, el cambio de nivel del terreno se aprovecha para hacer la casa en dos planos de asiento, a modo de medias plantas como se puede ver en la sección, buscando que la vivienda se acople a estas singularidades. La comunicación entre ambas alturas se desarrolla de forma fluida sin crear divisiones visuales.
De esta manera se consigue un transitar cómodo entre interior y exterior, diseñando las salidas de los espacios al sur y al norte a ras de suelo, facilitando la integración de la casa en el terreno.
Esta decisión crea mayor altura y escala al sur, abriendo el espacio principal del salón hacia el mediodia y al amplio porche sur, mas público que actua como zaguan de entrada. El uso de una unica cubierta sobre este perfil quebrado del terreno provoca un porche mas íntimo y de menor altura al norte relacionado con el dormitorio principal.
En planta quedan claramente diferenciados los espacios de uso común y relación creados en planta baja y la zona más privada de la entreplanta. El dormitorio principal se vuelca a los espacios interiores desde la zona superior, pudiendo cerrarse con una gran puerta de granero.
Su tamaño es 143 m2, con dos dormitorios y dos baños, manteniendose la decisión entre dos dormitorios o 3 por un tiempo. Finalmente se optó por dos. A esta superficie se le suma el porche al sur de 40 m2. y el norte de 30 m2. (metros cuadrados reales. Una tercera parte para un computo de número gordo del precio unitario dado usualmente por los constructores)
La calle está situada al sur, y en la zona más baja de la parcela, por lo que el acceso se realiza desde una cota inferior encontrándonos con la gran cristalera dispuesta al sur.
Es en el Norte donde los grandes aleros parecen abrazar la vivienda llegando hasta el suelo dando una sensación de protección a esta zona más privada. El dormitorio principal se abre tambien con una gran cristalera hacia unas hermosas vistas al monte y la zona rústica de la parcela. Observar en el alzado superior el pequeño tamaño y altura del porche respecto al tamaño de la persona, que produce una reducción de escala y provoca una acojedora sensación de cercanía del hombre y la casa.